![]() Figura 1: «Don Tranquilo y Familia», de Fola (Geoffrey Foladori), se publicó durante años en la revista Mundo Uruguayo, sin mayores variaciones de un estilo que, pese a su simplicidad casi naif, suscitó una considerable aceptación de parte del público. El ejemplo es de 1964. |
![]() Figura 2: Aunque el personaje titular de la clásica tira de Jess (Julio Suárez) era «Peloduro», futbolista «estrella» de humilde origen, los lectores se sintieron más identificados con la patente humanidad de «El Pulga», un vendedor de diarios callejero, que participaba de todas las angustias de la clase depauperada de la época. |
![]() Figura 3: «A la conquista de Jastinapur», de Emilio Cortinas, publicada en la legendaria revista argentina Patoruzito, que dirigió Dante Quinterno, fue considerada por muchos como la obra maestra de la historietísca rioplatense en la década del ’40. |
![]() Figura 4: «Barry Coal», las aventuras de un detective negro, asistido por un par de ayudantes caucásicos, fue mi primera incursión en el género de la tira de diario, y apareció en Extra, uno de los pioneros en el formato tabloide nacional (1968). |
![]() Figura 5: José Rivera se granjeó el respeto y la admiración de público y colegas con su historieta«Ismael», que salía en el rotativo El Día a fines de los '50s. El refinado arte que caracterizaba sus cuadritos lo colocó a la cabeza de la producción local durante un extendido lapso. |
![]() Figura 6: Los temas gauchescos abarcaron sólo una de las muchas facetas en que se prodigó el profesionalismo de Williams Ge(nina)zzio, un dibujante de amplia versatilidad y notable competencia en distintas especialidades. La imagen pertenece a «Santos Cruz», una de sus tiras «nativistas», que obtuvo muy buena repercusión (1978). |
![]() Figura 7: Eduardo Barreto, ya consagrado en el exigente mercado internacional por sus trabajos para D.C. Comics, Dark Horse, y otros célebres sellos estadounidenses, no tuvo reparos en colaborar con un modesto emprendimiento nacional: «Disparo Virtual» apareció en el número 6 de Balazo, una de las escasas revistas que, en su medio, ha sobrevivido al tercer número. |
![]() Figura 8: «Dinkenstein», suerte de compendio de varios tópicos del género de horror, iba destinada a los EEUU, pero no llegó tan lejos, al menos en un principio. En 1973 la publicó la revista Noches de Horror, de Buenos Aires. Sin embargo, como buen monstruo, el protagonista habría de retornar, de acuerdo a lo que prometía el último cuadro del primer episodio. |
![]() Figura 9: En 1980 conseguí interesar a la revista Patatín y Patatán, una publicación destinada al público juvenil, en mi personaje «Jet Gálvez»; terminó resultando mi propuesta más durable. |
![]() Figura 10: «Dogo Corbacho» (2001), de Rolando Salvatore, resultó una grata sorpresa para un medio bastante sofocado por restricciones económicas y deserción reiterada de profesionales de la especialidad, que no hallaban práctico dedicar sus energías a una actividad tan poco rentable. |