La historieta en Chile
1

 

Cristian Eric Díaz Castro
Dibujante de historietas, coleccionista, investigador de la historieta, Valparaíso, Chile

 

Resumen

Comenzando el siglo XXI la narrativa grafica se ha ganado un lugar en el campo del lenguaje. Contar una historia usando imágenes y textos complementarios se ha consolidado con un verdadero arte. Sin embargo, este lenguaje no tiene la adecuada atención en todos los países, en este caso Chile. Allí este oficio se ha desarrollado lenta pero constantemente durante el siglo XX muy influenciado por el estilo europeo en un comienzo, el estilo norteamericano desde la década del cincuenta y el modo japonés los últimos años, todos los trabajos supeditados al desarrollo tecnológico. Para comprender la no presencia chilena en la historia mundial de las revistas de historietas debe decirse: hay pocos trabajos literarios sobre la historia de la historieta chilena; esos libros o ensayos nombran solo unos pocos autores y títulos; ellos han sido publicados de vez en cuando; solo los iluminados pueden llegar a estas apreciaciones históricas. Rescatar y recuperar este patrimonio es el objetivo de esta investigación cuyo contenido intenta mostrar al mundo la idiosincrasia chilena hecha de tinta y papel. Así que, agárrense bien, porque el viaje en el tiempo ha comenzado.

Abstract

Starting the XXI century the graphic storytelling has gained a place in the language field. To tell a story using complementary images and text has established as a real art. However, this language hasn’t the appropriate attention in all the country, in this case Chile. There this trade has developed slowly but constantly during the XX century very influenced by the European style in the beginning, the north American style since the fifties and the Japanese way in the last years, all the works subjected to the technical development. To understand the Chilean non presence in the world’s history of comics books it must be said: there’s a few literary works about the Chilean history of comic books; those books or essays just name a few authors and titles; they has been published every so often; just the enlightened ones can get these historic appreciations. To rescue and to recover this patrimony is the aim of this research whose content tries to show to world the Chilean idiosyncrasy made by ink and paper. So, hang on ´cause the time trip has begun.

 

Prefacio

El hombre para sobrevivir ha necesitado de ayuda ya del medio o de sus pares, y para lograrlo ha necesitado comunicarse. El lenguaje hablado ha evolucionado al igual que su transcripción pictórica. Esos dibujos parecidos a los elementos de que hablaban llegaron a ser formas abstractas para explicar lo mismo. El dibujo se convirtió en un gesto atrapado, y nos ha acompañado desde nuestro origen. La historieta entonces, un lenguaje de imágenes, ha estado presente desde la génesis de las civilizaciones, alcanzando diversos niveles de expresividad ya en oriente u occidente, aunque se ha llegado a un «acuerdo» entre los entendidos de que oficialmente el cómic o historieta surge un 25 de octubre de 1896 en Estados Unidos, desatando la polémica tal paternidad.
Desde el siglo XIX en todo el mundo (y esto se debe tener presente para entender la polémica en torno a la paternidad norteamericana) se ha venido consolidando la historieta como un medio de infinitas posibilidades y que ha estado sujeto al juicio por su finalidad y repercusión en el medio, juicio que surge al considerar al cómic o historieta como subproducto bastardo procreado por la suma de la literatura y la gráfica, además de su llegada masiva (como si la receptividad general devaluara la obra).
Retomando las obras que han tratado el desarrollo mundial de la historieta nos remitiremos a la que hasta el momento es la más completa, casi. En la «Historia mundial de los cómics» de Josep Toutain y Javier Coma, editada hacia 1982 en forma de fascículos semanales coleccionables (48 en total) no figuró obra alguna ni reseña sobre la historia del cómic chileno ¿Acaso Chile carece de un pasado historietístico? Sabemos que no. Entonces, ¿las obras chilenas no valen la pena ser conocidas? Pensamos que este criterio pudo pesar a la hora de seleccionar el material de la citada colección hispana de Toutain, sumándole la falta de estudiosos de nuestro pasado editorial, relacionado con los cómics por supuesto, quienes deberían haberse puesto en contacto con aquel para colaborar en tan loable iniciativa. Mas, si los había en ese entonces ¿Dónde estaban? Se suma a esta situación la falta de ensayos asequibles sobre el tema. Por esta situación tan lamentable es que surge la idea de confeccionar una especie de línea de tiempo, un recorrido cronológico donde se vieran las distintas publicaciones de cómics en Chile durante el siglo XX, además de sucesos que repercutirían en ellas. Tal cometido no está ajeno al error al carecer de archivos sistemáticos que rescaten el total de las publicaciones chilenas, así como la partida de muchos de los artífices de las desaparecidas revistas. Otro punto importante es la ya citada falta de accesibilidad a los diversos libros o ensayos que se han escrito sobre títulos y autores chilenos vinculados a la historieta.
La presente investigación, este rescate de un oficio discriminado, por lo menos en este país, pretende traer a la luz los datos concretos que ordenen y ayuden a entender la historieta nacional en el marco mundial para saber a ciencia cierta de dónde venimos y ha donde podemos llegar. Con la presente obra se insta a quienes estén al tanto de nuestro pretérito mundo editorial a que colaboren en esta cruzada para así dar a conocer al mundo que nosotros también creamos universos de ensueño con tinta y papel; que nosotros también tenemos dibujantes y guionistas que merecen gratitud y reconocimiento.
Y pensándolo bien, es la forma más simple y barata de viajar en el tiempo.
¿No lo creen así?

 

Prehistoria del cómic chileno

Como en varios países del mundo, los antecedentes del cómic chileno, consolidado como lenguaje propio en este siglo, tienen su origen en las revistas de sátira política que surgieron a mediados del siglo XIX influenciadas por las ediciones extranjeras, especialmente las francesas.

Figura 1: Federico von Pilsener fue la inspirada creación de Pedro Subercaseaux para la revista Zig-Zag en 1906 y su imagen sería utilizada en los futuros chistes de «Don Otto». La popularidad del personaje le significó ser imitado y representado en fiestas de disfraces. Su última reaparición en prensa, en la revista que le vio nacer, fue en 1947.
En aquel entonces era común el caricaturizar a los personajes públicos y denunciar así los males de la sociedad, por lo que la firma y el estilo de los dibujantes se hacían muy populares y temidos. Pero debemos aclarar que también había trabajos anónimos y otros con el eximidor seudónimo. No olvidemos que esta práctica aún se mantiene paralela a las historietas, y por lo menos en Chile tiene mayor aceptación que la gráfica seria o académica y ha calado hondo en la idiosincrasia de este terruño. Lo acostumbrado en cuanto a técnica o resolución del aspecto final era el uso de didascalias (dibujos acompañados de texto al pie de ellos) o dibujos con filacterias (bandas con textos indicando al emisor y que preceden a los llamados ballons o bocadillos) donde el oficio o calidad gráfica variaba según el carácter o escuela del dibujante.
Por todos los entendidos es aceptado que el cómic surge cuando se incluye el bocadillo o globo que contiene el texto de algún personaje de lo dibujado en la viñeta (secuencia ilustrada de la historia que se está contando), haciéndose necesaria para entender el contexto, es decir, se complementan. Es por lo citado que el cómic propiamente tal surge en Chile en la primera mitad del siglo XX.
Volviendo a las publicaciones satíricas de la época, se debe destacar su precariedad y la irregularidad de su aparición, junto con las tendencias políticas que estas defendían o atacaban.
Recordemos que la prensa chilena estaba en pañales, hablando de adelantos técnicos, y los criterios editoriales eran restringidos por las costumbres y política de la época. Aunque pienso que la situación no ha variado mucho en su esencia por estos días.

 

Las revistas de la prehistoria del cómic chileno

A continuación se reseñan, con mayor o menor detalle de acuerdo con los datos reunidos durante la investigación, algunas de las publicaciones que en el siglo XIX cobijaron el arte de la sátira política y dieron el puntapié inicial a la aventura editorial gráfica en este país, influyendo fuertemente en los criterios editoriales y en la obra de los dibujantes del sigo XX.

Figura 2: La revista Zin-Zal, a cargo de Armando Hinojosa fue una clara parodia al semanario Zig-Zag y tuvo como principal objetivo en sus punzantes caricaturas al destacado hombre de mundo Agustín Edwards Maclure quien dio un impulso inusitado a la prensa chilena a comienzos del siglo XX.
El Correo Literario, periódico que se dice político, literario e industrial, idea de José Antonio Torres, surge en 1858 durante el período de Manuel Montt, a quien atacaba junto con su ministro Jerónimo Urmeneta, y da a conocer el nombre de Antonio Smith como el primer caricaturista profesional de Chile, junto con Benito Basterrica, otro caricaturista memorable. Este tabloide cesaría en 1859 cuando Valparaíso y Santiago eran declarados en estado de sitio, ya que se mandó cerrar toda imprenta que editara material de oposición. La revista renacería en 1864, durante el período de José Joaquín Pérez.
El Cóndor, segundo periódico de sátira política donde su mascota o personaje oficial era un cóndor antropomorfo que comentaba el acontecer de entonces. Se le considera un antecedente para el personaje «Condorito» de Pepo, y el primer personaje del humorismo gráfico chileno.
El Corsario, de 1866, surgido durante la guerra con España, criticaba al clero y a la corona española. La Linterna del Diablo, aparece durante el mismo período. De orientación progresista y propiciadora del radicalismo la revista también le da duro al clero y pugna por la libertad de expresión.
El Charivari, nacido en 1867, también durante la guerra con España, fue una publicación que atacó al presidente José Joaquín Pérez, a quien lo tildaban de antipatriota, y a don Benjamín Vicuña Mackenna, ilustrando la profunda lucha ideológica entre liberales y radicales contra los pelucones. Se editó en los talleres de la Imprenta de la Unión Americana y alcanzó 126 números publicándose con distintos formatos y presentando ilustraciones en colores en algunos casos.
El Ferrocarril y El Nuevo Ferrocarril, periódico bisemanal, son títulos que precedieron a la publicación El Ferrocarrilito, por lo que debieran situarse entre las décadas del 1860 a 1870.
El Jeneral Pililo, ataca a Federico Errázuriz y a Vicente Reyes, hacia 1869 y a Germán Riesco hacia 1902.
Diógenes, por Justo Arteaga Alemparte se imprimió en Santiago en los talleres de la Imprenta Libertad. En un formato pequeño y de aparición quincenal alcanzó 19 números, debutando el 1 el 8 de marzo de 1871 y terminando su vida editorial el 17 de noviembre de 1871.

Figura 3: Don Benjamín Vicuña Mackenna fue la comidilla de la sátira política en parte de la segunda mitad del siglo XIX por sus múltiples actividades culturales que eran muy cuestionadas por algunos sectores políticos.
El Padre Cobos, ideado por Juan Rafael Allende (1848-1909) en marzo de 1875 durante el período de Federico Errázuriz Zañartu, aunque figura otro nombre como director en el primer número, conoció de cinco etapas de publicación. La primera cesaría en 1876. Se reditaría en 1877 y más tarde en abril de 1881 para finalmente seguir hacia mediados de esa década. Era abiertamente anticlerical, en oposición a los pelucones, estaba a favor de la Alianza liberal, la candidatura presidencial de Manuel Baquedano y en contra de Benjamín Vicuña Mackenna, su principal objetivo al momento de publicar caricaturas. Hacia 1881criticó la intervención de los norteamericanos en la política local, además del menoscabo para Chile a raíz del Tratado de límites con Argentina. En 1885 estaba en contra de Balmaceda.
El gran rival de esta publicación era El Estandarte Católico, periódico confesional que era llamado por sus antagonistas Estandarte... con Cólico.
El Moscardón, editado por la imprenta del diario La Patria de Valparaíso, nacido en agosto de 1879, en el apogeo de las correrías del acorazado Huáscar en una guerra que no se definía aún, alcanzó sólo seis ediciones.
El Barbero, periódico semanal surgido cuando la guerra favorecía a Chile, alcanzó a tener diez ediciones entre octubre y diciembre de 1879
José Peluca era una publicación derechista donde las caricaturas son anónimas.
Almanaque del Padre Cobos se edita en 1883 salido de los talleres de la Imprenta del País. Bajo el título se indicaba «Grabados y redacción originales».

Figura 4: El clero y la realeza se caracterizan por su apego a las arbitrarias buenas costumbres y los intereses creados en una época conflictiva, postura que se convierte en blanco preferido en las revistas satíricas.
El Barbero de Iquique, salido de los talleres de la Imprenta El Siglo. Fue una publicación de formato pequeño y de aparición semanal. Su último número fue el 2 (13/01/84).
El Padre Padilla, hacia 1888 atacaba a Balmaceda. En esta revista dibujaba Luis Fernando Rojas (Marius).
Cabe destacar que el caricaturista de rigor, el más famoso en todas estas publicaciones, era Benito Basterrrica.
El Ferrocarrilito, diario de la mañana, fundado en 1880, era una publicación conservadora que se extinguiría en enero de 1881 y reaparecería hacia 1885, publicando 310 números en un formato pequeño. Benito Basterrica colaboraba en él. Dice la historia que la policía perseguía a los niños suplementeros que vendían el diario, pues se trataba a personajes públicos en forma muy irreverente, citando a modo de ejemplo al vapuleado Benjamín Vicuña Mackenna, al que se criticaba, entre otras cosas, su prolífica producción literaria. La revista tampoco dejaba de criticar al presidente Aníbal Pinto.
El Recluta, fundada en 1891 por los partidistas de Balmaceda, atacaba la revolución de los aristócratas.
El Diablito de 1893.
El Diablo Fuerte de 1893.
El Culebrón de 1893, ataca a Isidoro Errázuriz.
El Charivari, Semidiario Liberal Democrático, volvió a las andadas en 1894, pero tuvo escaso éxito y sólo llega al número 3 en un formato grande. La revista fue impresa en Litografía Las Delicias.
Almanaque de los Chistes para 1884, compendio de humor gráfico fue editado en Valparaíso salido de la imprenta Del Nuevo Mercurio. De pequeño formato, la impresión varía y aparecería una vez al año hasta 1894.
El Soldado: Órgano de los de la Tropa, fue una publicación del ejército impresa en los talleres de Majia. Con un subtítulo que varió a lo largo de su vida editorial y de aparición quincenal llegó hasta el número 22/24 (31/12/1901).
La Revista Cómica, cuyo número 1 acusa fecha 4 de agosto de 1895 es editada por Luís Fernando Rojas (Marius), famoso caricaturista de fin de siglo quien ilustra en este semanario, y dirigida por Julio Vicuña Cifuentes y en su primera etapa llega hasta el número 122 (08/1899). La revista tenía tan solo cuatro páginas.
Poncio Pilatos, hacia 1895, ataca a Jorge Montt.
La Revista Literaria nace en 1897.
El Payaso, otro título de humor gráfico comienza su corta vida editorial el 31 de octubre de 1897, alcanzando sólo 12 números editándose el último con fecha 3 de abril de 1898. Al parecer colaboró Antonio Smith en esta revista.
El Fígaro, semanario, nace en 1897, donde ilustraba Luís Fernando Rojas (Marius).
La Dinamita, surgida hacia 1899, levanta banderas en la lucha por los desposeídos.
La Ilustración, es un semanario de los hermanos Alejandro y Manfredo Poblete.
La Escoba, semanario independiente surgido hacia 1899, «consagrado a no hacer nada y muchas cosas».
Los títulos que siguen comprenden su edición durante el período que va desde 1865 hasta comienzos del siglo XX, alternando con los reseñados previamente: La Campana, El Mefistófeles, El Ajicito, El Monaguillo, El Calacuerda, El Josefino, El Chileno y José Arnero.

 

Siglo XX: 1900-1923

Al comenzar el siglo XX, las revistas de sátira política aún persisten, pero un cambio en el tipo de humor se deja ver. Las influencias extranjeras se hacen notar, como siempre, y las caricaturas ya no tienen que ser exclusivamente sobre política sino también acerca de situaciones graciosas o anecdóticas; el humor por el humor. Junto con cambiar y aumentar el espectro de las sátiras, comienzan a proliferar publicaciones que además de dar cabida al humor político tratan los sucesos culturales y sociales de la época; las famosas revistas de actualidades ya se venían editando. Estas dan cabida a los caricaturistas que empiezan a retratar las costumbres de sus paisanos y comienzan a ganar fama por ello.

Figura 5: El Ferrocarril fue un pasquin conservador, a pesar de su tinte satírico, y se prolongó en su etapa de El Nuevo Ferrocarril, para ser contariado en la versión de El Ferrocarrilito.
Publicaciones como Sucesos, El Diario Ilustrado, La Comedia Humana, Selecta y Zig-Zag difunden y comentan el acontecer de esos días de la belle epoque conforme los avances técnicos permiten un mejor lucimiento de las ilustraciones en un campo donde la fotografía estaba en pañales. En estos años también surgirían los periódicos informativos que, en su mayoría, perduran hasta hoy, y que también cobijarían trabajos de dibujantes humorísticos, que era la tónica de entonces. Fue en estas publicaciones donde algunos dibujantes afianzaron su carrera mientras que otros sólo participaron corto tiempo en esta profesión ya que se dedicarían a otros asuntos con el correr de los años.
Este periodo se caracteriza por la publicación de didascalias extranjeras, cómics a veces adulterados para que así lo fueran, junto a la caricatura nacional y los balbuceos de la historieta chilena resistiéndose el criterio local al uso de bocadillos, práctica que ya se hacía común en Estados Unidos. Sin embargo, la mayoría del material extranjero tenía origen en Europa, donde fue más lento el proceso evolutivo del noveno arte, influyendo enormemente en los criterios editoriales, el oficio y estética local.
Durante este período se comienzan a perfilar los próceres de este arte, los aventajados que harán escuela y crearán a los primeros personajes regulares de la historieta chilena en un período en que aún no aparecían las revistas dedicadas exclusivamente a la historieta, y que ve nacer a una de estas señeras que influirá enormemente en sus símiles: la revista infantil El Peneca.

 

1900

24 de marzo: Luz i Sombra revista semanal ilustrada, continuación de la revista El Turista. La revista tenía 16 páginas y el material se imprimía en Imprenta Barcelona. Director de la publicación fue Alfredo Melossi, quien fundó la 12 compañía de bomberos de Santiago y además era un pintor avanzado. Aquí en el semanario debuta el dibujante Santiago del Pulgar, quien fue traído desde Buenos Aires. Cuando aparece la revista Zig-Zag la publicación de Melossi deja de aparecer.

 

1902

31 de marzo: El Diario Ilustrado, publicación que durante gran parte de este siglo cobijó el trabajo de importantes dibujantes como: Lustig, Moustache y Coke, haciéndose famoso este último por caricaturizar a don Arturo Alessandri. Fundado por Ricardo Salas Edwards en 1908, alcanzaba tirajes de 30 000 ejemplares. El diario fue escuela de periodistas chilenos, entre ellos Jenaro Prieto, quien le llenó de vida con su punzante humor entre 1925 y 1940. Entre las gracias de este diario está una portada genial salida de la creatividad del inmortal Coke (Jorge Délano), quien para representar la censura del gobierno militar de Carlos Ibáñez imprime las pisadas de botas militares. Esta rareza se exhibe en el Museo de la Prensa Mundial de Estados Unidos. En este diario se inauguró la era de la fotografía periodística en Chile y también fue el primer cultor de la crónica roja en el país. Relativa a la historieta nacional en sus páginas apareció la primera tira cómica chilena: «Chu Man Fú» de Jorge Christi Mouat. Por todos estos logros hacia 1932 su tiraje alcanzaba los 125 000 ejemplares.
18 de agosto: Sucesos, otra revista de actualidades y sátira política que inmortalizó la obra de caricaturistas de la época y que se editó en Valparaíso, salida de los talleres de Imprenta Universo. Durante algún tiempo, siendo Director Atiliano Sotomayor, contrata a Coke para reemplazar a don Carlos Wiedner. Otros dibujantes que participaron en la popular revista fueron Petpet, Fly y Chao. Su último número fue el 1583 (11/34).
30 de noviembre: La Estrella de Chile fue un semanario que alcanzó a editarse hasta el número 5.
6 de diciembre: La Bandera de Chile: Periódico Literario Ilustrado de los Domingos, fue la continuación de La Estrella de Chile a partir del número 6, y alcanza como último numero el 39 (23/08/1903) Surgida en la Imprenta Turín, apareció en un formato grande y algunas ediciones fueron en colores.

 

1903

Julio: Lustig, tal era el seudónimo que Pedro Subercaseaux usaba, comenzó a publicar en El Diario Ilustrado en esta fecha y seguiría colaborando con otras publicaciones de aquel entonces como Pacífico Magazine, Sucesos y la misma Zig-Zag. Junto a él compartiría fama como dibujante Moustache (Julio Bozo), quien sería inspiración para el legendario dibujante Coke (Jorge Délano).

 

1904

1 de diciembre: La Comedia Humana: Revista Festiva Político Social comienza su vida editorial hasta el número 56 (21/04/1906), publicándose en Santiago en un formato tradicional. No se publicó desde mayo de 1905 a mayo- junio de 1906. Esta revista fue requisada debido a una caricatura de Santiago Pulgar quien puso en primera plana al presidente Pedro Montt tocando el piano mientras su mujer, Sara del Campo, bailaba con Guillermo Rivera, fascinante político liberal y hombre de mundo. El cuadro lo completaba la canción que Pedro entonaba: «Yo... te pago la pieza y tú, tú la gozas...». A raíz de esto fue vapuleado en tal forma el dibujante que en camilla llegó a la frontera de Chile con Perú a donde fue expulsado. Más tarde se radicaría en New York, como relata Gonzalo Vera en su libro «Algunos». Otro dibujante de la publicación fue Martín.

 

1905

En este tiempo El Mercurio Ilustrado fue otra publicación que se sustentaba en el humor gráfico. En este año Coke, a los diez años, publicó en La Semana Política editada por Ricardo Salas Edwards, una especie de Verdejo que comentaba la realidad política y social. Fue su debut. Con lo que ganó el precoz dibujante invitó a sus amigos a tomar helados. Se debe resaltar el hecho de que Coke fue alumno del gran pintor Thomas Somerscales.
26 de febrero: La Polar, Revista Semanal, Ilustrada, Comercial y Literaria fue editada en Punta Arenas y tuvo corta vida pues sólo llegó al número 50 (25/02/1906).
19 de febrero: Zig-Zag fue una revista semanal que cobijó el trabajo de muchos dibujantes nacionales, siendo netamente una revista de actualidades que influyó en el ámbito editorial chileno. En agosto de 1947 aparecía cambiando su imagen como el Nuevo Zig-Zag. Hasta el número 3102 (09/64) mantuvo ese nombre para publicarse como 7 Días de Zig-Zag hasta 1968, fecha en que deja de editarse y lo transforma en el semanario de habla hispana más antiguo. A través de los años su formato y apariencia varía, aunque se mantuvo el interior monocromático y portada en color. Dibujantes ilustres que cobijaron sus páginas fueron: Julio Bozo (Moustache); Foradori; Zorzi, ambos italianos; León Bazín; Paul Dufresne, ambos franceses; Juan Martín, español; Nataniel Cox Méndez (Pug); Pedro Subercaseaux (Lustig); Edmundo Searle (Mundo); Galvarino Lee (Bonsoir); Raúl Figueroa (Chao); Manuel Guerra (Max); Egurren Larrea, peruano; Alfredo Bustos; Walter Barbier (Tom); Raúl Simón (César Cascabel); Germán Luco Cruchaga (Whisky); Mono; Carlos Wiedner, alemán; Juan Oliver; Alfredo Adduard y Lorenzo Villalón.
10 de junio: La Revista de los Niños: Periódico Ilustrado de Actualidades, fue el primer intento de publicación para los más pequeños de la casa. Salida de los talleres de Imprenta La Ilustración en un formato tradicional y de aparición irregular, alcanzó como último número el 8 (abril de 1906).
Octubre: La Revista Cómica, en su segunda etapa indicando año X en sus créditos, sigue siendo semanal y alcanza sólo 10 números este mismo año.

 


Figura 6: Ídolo de muchos fue el gran dibujante Julio Bozo (Moustache) quien captó la idiosincrasia del chileno de comienzos de siglo XX, en el período en que las revistas de actualidades proliferaban. Coke, Jorge Délano, lo reconoce como su modelo de artista en sus memorias.

1906

24 de junio: «Federico Von Pilsener y su perro salchicha Dudelsackpfeifergeselle» debutan en el semanario Zig-Zag. Pedro Subercaseaux Errázuriz, bajo el seudónimo de Lustig, da vida a quien es considerado el primer personaje de la historieta chilena, cuyas aventuras empezarían a ser publicadas en la revista mencionada el 24 de junio de 1906, hasta el 9 de junio de 1907, en 17 entregas distribuidas durante ese tiempo. Sin embargo, si fuéramos más estrictos, deberíamos llamarlo primer personaje de la pre-historieta, pues no hay uso de bocadillos, sino textos al pie de las viñetas y relatados en tercera persona. Debemos hacer notar que el uso de didascalias era la norma para el humor, y el contar historias ilustradas por aquellos años. Bajo esas directrices se desarrollan las andanzas de Federico von Pilsener, quien era un emisario de Alemania que venía en calidad de observador a la «salvaje región de Chile», y se veía envuelto en disparatadas situaciones en una sociedad muy distinta a la suya. Su imagen sería la que aparecería en los repetidos chistes de don Otto.
19 de julio: La Comedia Humana: Semanario Festivo Político Social y de Actualidades, fue un semanario editado en Valparaíso, alcanzando sólo hasta el número 4 (09/08/1906) y entre sus dibujantes estuvo Martín.
Noviembre: Von Pilsener, revista de actualidades y de autor anónimo, donde sólo se usufructúa del personaje creado por Lustig y dura apenas 2 números.

 

1907

31 de enero: Zin-Zal: Lesera Semanal y Lustrada fue una publicación que parodió al semanario Zig-Zag y allí colaboró un celebrado humorista de antaño: Armando Hinojosa. Esta revista fue muy dura con Rogelio Ugarte y Agustín Edwards, por lo que tal irreverencia le hizo ganarse a Hinojosa el cargo de «Inspector de consulados en Europa» por parte del gobierno, causando la desaparición del semanario en el número 59 (20/08/09).
31 de mayo: Cascabel: Publicación Semanal Cómica y de Actualidades en que se Escribe muy Mal la Mar de Barbaridades. Fraguada en Imprenta la Ilustración en un formato tradicional sólo alcanza el número 4 (24/06/1907).
21 de junio: El Cencerro: Periódico Joco Serio, pero Más Joco que Serio, se editó en un formato pequeño al parecer en único número.

 

1908

8 de enero: Corre Vuela Semanario de Caricaturas fue otra de las publicaciones editadas por Zig-Zag que se mantuvo en el interés público largo tiempo. Con portada en colores y buen papel a lo largo de sus 32 páginas con material en blanco y negro, trató en forma crítica pero amena a la sociedad de entonces. El modo de contar anécdotas era con uso de didascalias. Entre las secciones de la revista estaban Fusas y Corcheas, Pelillos de la Cola, Canciones del Día, Gandulerías, Charlas del Día y Chismografía Hípica, por citar algunas además de las infaltables secciones de poesías, cuentos para niños y coplas. Muchas de las prosas eran colaboraciones de los lectores y acusaban recibo de los no publicados detectándose muchos plagios. La revista contó con la participación de importantes caricaturistas como Galvarino Lee (Bonsoir), LZN, Nataniel Cox Méndez (Pug) Luis Enrique Alfonso (Osnofla) Christie, Jorge Délano (Coke) –quien en esta publicación debutó oficialmente– Santander Pereyra, Marning, Chao, Chambergo y Mario Torrealba (Pekén). Un personaje que se hizo recurrente en este tiempo fue «Don Lucas Gómez», un campesino que llega a la gran ciudad (Santiago) y vive peripecias que analizan las costumbres de la época tal como lo hiciera «Von Pilsener». Las didascalias de este personaje se venían ya publicando en diversas revistas y del lápiz de distintos autores y se basaba en una taquillera obra de teatro del siglo XIX. La aceptación popular de la revista le hizo alcanzar como último número el 1030 (27/09/27).
3 de julio: Juan Lanas se edita en un formato tradicional y nace en Imprenta Bellavista, al parecer también en número único.
Primera quincena de agosto: Chicos i Grandes: Revista Infantil Ilustrada salida de los talleres de Imprenta Universo. En un formato tradicional y de aparición quincenal alcanza como último número el 26 (segunda quincena de agosto de 1909).
1 de noviembre: La Risa, revista semanal editada en Antofagasta, con un formato que varía durante su tiempo de publicación, alcanza como último número el 18 (28/02/1909).

Figura 7: Una paliza y la expulsión del país le costaron esta caricatura al argentino Santiago del Pulgar. La infidelidad expuesta en la situación dibujada colmó la paciencia del entonces presidente de Chile Pedro Montt.
23 de noviembre: El Peneca es sin duda la revista chilena más reconocida en la historia editorial de Latinoamérica, pues supo cautivar a grandes y chicos con su propuesta que invitaba a participar al lector y construir la revista misma con colaboraciones literarias y gráficas. Editada bajo los cánones de comienzos de siglo, con una portada en que se publicaba una fotografía, casi siempre de algún lector asiduo o famoso que la enviaba, enmarcada en columnas y orlas típicas del art nuveau, monocromática en un comienzo para ser a dos tintas luego, llegaría a presentar portadas en colores, impresiones que aumentarían su calidad conforme los adelantos técnicos lo permitían. La idea de esta revista se debe al sacerdote Enrique Blanchard, Emilio Vaisse (Omer Emeth) y Agustín Edwards Mac Clure quienes por doce años debieron compartir la responsabilidad editorial con sus obligaciones seculares. Es por esto que se busca a alguien que se dedique en totalidad al semanario. Así en 1920 asumió la dirección de la revista Elvira Santa Cruz Ossa (Roxane: seudónimo sacado de la obra «Cyrano»). Elvira nace en Valparaíso en 1886, estudia en colegio religioso donde ya se notan sus inquietudes literarias y temperamento, logrando publicar sus primeros escritos en El Mercurio de Valparaíso. Desde allí emigra al homónimo de Santiago, y a los veintisiete años publica «Flor silvestre», ensayo feminista que logró tres ediciones, junto con escribir dramas que fueron llevados a escena como «El voto femenino» y «Saber vivir». Junto a Amanda Labarca participó en el movimiento promujer que origina al Club de Señoras cuya presidenta fue Delia Matte Pérez y apoyó a Arturo Alessandri en sus planes para favorecer a los niños, participando en la Junta de Beneficencia escolar, presidiendo el Consejo Nacional del Niño y fundando en 1927 la primera colonia escolar de vacaciones, y aprovechando los colegios desocupados en el verano. Luego se harían edificios para ello con lo que la editora ganaba con El Peneca pues tal fue el éxito del semanario bajo su tutela que en las comunas de Chile se creaban Comités Penecas, donde se organizaban actividades para incentivar la creatividad o bien ayudar a la comunidad. Los lectores organizaban picnic, concursos, encuentros cinematográficos, editaban periódicos, etc. Así fue que la revista logró difusión continental y reconocimiento. Para graficar el éxito del semanario en el número 1688 (26/07/41) se indica que el tiraje ha sido de 187 500 ejemplares. Alcanzaría según notas de la época tirajes de 250 000 ejemplares contrastando con los 6 000 en sus inicios. Es que la revista se nutría de cuentos, pensamientos, poesía y dibujos de los lectores y fotografías de los mismos en diversas actividades como la primera comunión o graduaciones. Era de los lectores y para los lectores. La sección de poesía la escribían ellos, y a cada colaborador se le hacían críticas constructivas para mejorar sus dotes literarias. Entre los colaboradores que quedarían trabajando oficialmente en la revista esta Kesmit, que sería secretaria de la publicación. Entre las actividades organizadas por la revista se debe destacar que cada aniversario de la publicación era celebrado en grande junto a los lectores quienes se congregaban en algún salón de la capital. Enfocándonos en los contenidos la revista traía en su primera etapa secciones de humor (Chistología con dibujos de E. Manteola), ingenio, habilidades matemáticas, páginas para recortar, sección de cine, cuentos seriados además de publicar didascalias, los pre-cómics, tales como las aventuras del «Pibe Jackie Cooper», el pequeño compañero de Chaplin, popular en esos años, el mismísimo «Chaplín» –firmadas por Leonard–, «Las dos gemelas», «Pussyfoot», «Quintín el aventurero» («Rob the Rover» de Walter Bodell en el original) a partir de 1922, el más famoso de los pre-cómics que editó la revista además de las adaptaciones de obras literarias famosas. Con el paso de los años la cantidad de páginas varió y se siguieron incluyendo didascalias extranjeras como «Papá Rocha y su hijo Mote» («Dad Walker and His Son», Wally), «El capitán Luna», «Los aviadores Timbo y Rimbo», «Monicaco vs. Hipo», «Aventuras de Amapola» y «Condorito», un cómic norteamericano donde al personaje se le llama Catrileo o Condorito, Sandar el Titán, un Tarzán retocado: «Peneco», una especie de loro con boina vasca que aparece en el número 2006 (24/05/47): «Durga Rani» y «Quintín el aventurero» reeditado, manteniendo la línea editorial con cuentos seriados y secciones varias. Aquí se debe recalcar la importancia de la creación literaria por sobre la pictórica o gráfica entendiendo los intereses de la directora, una respetada escritora, lo que influiría en otras publicaciones que usaron a El Peneca como modelo editorial a seguir. Se produjo un status-quo que afectó el desarrollo de la historieta durante la primera mitad de siglo, situación que cambiaría lentamente. Entrando la década del treinta llega a colaborar como ilustrador Mario Silva Ossa más conocido por su ya legendario seudónimo Coré, quien era sobrino de la directora. Coré nació en San Fernando en 1910 y fue interno en el Colegio San Ignacio. Más tarde estaría dos años en la Escuela de Arquitectura en la Universidad de Chile. Como debut del gran ilustrador está la portada de El Peneca en el XXIV aniversario. Desde entonces dotaría a la revista de magia y sería inspiración para muchos dibujantes. El arte de Coré engalanaría las páginas del semanario hasta 1950, año en que deja de existir a los treinta y siete años en las vías férreas del tren en Quillota. A su muerte la labor de portadista recae en Elena Poirier, quien ya venía alternado portadas con el legendario dibujante, para luego dar cabida a otros ilustradores famosos. Hacia 1953 la directora de la revista fue María Romero y comienza a modernizarse la revista. Ya el interior no es sólo blanco y negro pues se adoptan los tonos sepia, mejora la impresión y la inclusión de comics de los dibujantes nacionales. Colaboradores en esta popular revista fueron en un comienzo Jorge Délano (Coke), con su personaje don Fedeguico; Leonard, M. Barbier (Tom); Fidelicio Atria; Enrique Cornejo (Penike); Dante en el período antiguo. Otros como Alfredo Adduard («Aventuras de Don Bilz», promocionando la bebida gaseosa en una tira en el año 1945, la cual se prolongaría hasta entrada la década del cincuenta) participarían de la nueva etapa de cambios, sumándose a René Ríos (Pepo). Futuros dibujantes importantes aparecen en la sección correo como Julio Berríos y Manuel Rojas (El Peneca, 2334, 05/09/53). Otros consagrados que dibujaron en la revista fueron Renato Andrade (Nato) con sus personajes «Pocas Pecas» y «Peneca». En el 2443 (06/10/55) aparece un cómic del Mono Tejeda: Arvejita, primera historieta vegetariana, pues todos los protagonistas son frutas o verduras. Mario Igor, cumpliendo su sueño se convertiría en dibujante de El Peneca también. Como material extranjero publicado en este período de cambios estaban «Pepe Conejín», «Roy Rogers», «Cabaña del Tío Tom», «Bravo el intrépido», «Hociquito Rojo» («Rudolph el reno») En el año 1955 la directora de la revista es Edith Mutzer, y entre los cómics importados están «Clorofilo», «Su Alteza Puntito 1o», «Alex el intrépido», «Roy Rogers», «Blake y Mortimer», «Pepe Rubio», «Dan Cooper». En el año 1956 es directora del semanario Graciela Romero y siguen Clorofilo, Llanero Solitario, Dan Cooper, El Pájaro Loco. En lo nacional tenemos «Michote y Pericón» y «Sapolín el niño rana», ambas historietas de Themo Lobos, «Hacia otros mundos» de Oscar Camino como se ve en el número 2480 (21/06/56), «Chupete, Prudencia y Pillín» de Urtiaga, «Lecciones de dibujo» por Hernán Herrera. Como dato curioso cabe destacar que en el número 2380, del 22 de julio de 1954, llama la atención la portada, pues es la misma situación que aparecerá en la contraportada de la revista Condorito número 5 (1959): una niña gorda pisando a su compañero de baile. En El Peneca es un niño colorín la víctima y en la otra es el emplumado que todos conocemos. Ambas las dibujó Pepo. A partir del número 2555 (05/12/57) la revista pasaría a llamarse El Intrépido Peneca, título que luciría hasta el número 2679 (21/04/60), para volver a ser sólo El Peneca a partir de la siguiente edición, número en el cual aparece una editorial recordando los propósitos de la revista, texto firmado por Kismet (Odilia Navarro), quien recién figura como directora a partir del número 2691 (14/07/60) cargo que ostentará hasta el final de la revista ese año, reemplazando a Carmen Alvayay de Zúñiga, cuyo nombre figuraba como directora hasta el número 2677 (07/04/60) Las portadas solían incluir una columna con el contenido de la edición y además de vez en cuando se ponían adjetivos como «mas dinámica y moderna» acompañando al nuevo título de la revista. Debemos destacar que en 1958 figuraba en la dirección el español Víctor de la Fuente, quien incluso hace algunas portadas, pero pronto es reemplazado por Carmen mientras que Víctor de La Fuente se encarga de algunas portadas e ilustraciones interiores. En este período cambia el aspecto clásico o habitual de la revista porque ahora se da énfasis al tema de la aventura moderna. En esta etapa se da preferencia al cómic europeo, siguiendo con la publicación de los que ya venían editando e incluyendo ahora material norteamericano en mayor grado como «Maldades de dos pilluelos», «Pepe Rubio», «Dan Dare» ûbritánicaû, «Texas Ranger». Fue característico de este período publicar cómics realizados en aguada como «La venganza de los incas» y «La reina blanca de Calabar». En el estilo clásico estaban «Modesto y Pelusita» de Franquin,« Clorofilo»,« Su Alteza Puntito 1o», «Alex el intrépido», «On Stage» de Leonard Starr, «Blake y Mortimer», «Bill y Bosy», «Tom Tex», «Capitán Águila», «Mark Trail»; en resumen, puro cómic importado. Sólo las portadas de Mario Igor, Nato o Themo y algunas ilustraciones interiores a cargo de Ric, Guicobos, Adduard o Elena Poirirer hacen patria en la revista. cómics de este período son algunos sacados de «Two Fisted Tales», «Terry y los piratas» de George Wunder y las parodias del italiano Jacovitti. Avanzando el tiempo se suman «Las aventuras de Pom Pom, Olfatín», una sección de astronomía con dibujos de José María Bea, «Pájaro Loco», «Los mellizos» y el «Pequeño Bip» de F. Dirks, «Pimpinela y Bibi», «El Sheriff quieto», western de Satn Lee y Al Williamson, «Jim de la selva», «El hijo del Sachem», «Lince blanco», «Pedrito Salvacuentos», «Búfalo Bill», «Los vikingos», «Seis niños y un tesoro», «El Fantasmita», por nombrar algunos. Como dato curioso está que la novela «Ben-Hur» que se venía acompañando de ilustraciones de Manuel Rojas, comienza a ser amenizada con fotogramas de la recién estrenada película homónima. La revista sigue haciendo participar al lector organizando concursos y entregando información de interés como notas al deporte, algunas historias seriadas, juegos, etc. En su etapa final las portadas presentarían ya no ilustraciones, sino cómics propiamente tales desde el número 2693 (28/07/60) donde una gran ilustración es acompañada de un par de viñetas al pie de ella presentando una página entera en la siguiente edición. Como rareza en el número 2701 (22/09/60) se publica «Porotita», una página con una niña como protagonista firmada por Beto (¿Alberto Cornejo?). En el siguiente número comienza la serie por entregas de Luis Cerna titulada «Hace mucho tiempo», protagonizada por la tribu de los Chiquititos y los Grandulones, hombres prehistóricos que conviven con los grandes saurios, tribus que se enfrentan en una batalla que les da el triunfo a los últimos. La trama no vería un desenlace ya que prometía continuar cuando la revista dejó de salir. La revista cesaría su publicación al parecer en el número 2705 (20/10/60), que es el último que se tiene como referencia en los archivos de la Biblioteca nacional, no logrando adaptarse a la nueva generación de revistas de historietas que ahora serían de personajes y no varias historias seriadas. Además, está el hecho de que nacía un nuevo tipo de lector más exigente en lo gráfico, pues comparaba lo nacional con lo importado que se venía publicando en Okey o los suplementos de los periódicos nacionales. Sin embargo, El Peneca sería un fantasma que penaría por décadas al momento de plantear una revista para niños y jóvenes.

 

1909

Abril: Selecta, Revista Literaria y de Actualidades editada por Zig-Zag tuvo aparición mensual. En formato grande publicó el trabajo de dibujantes nacionales y extranjeros, y tuvo como número postrero el 9 (12/09).

 

1910

29 de abril: Bataclán, revista editada en Valparaíso y de aparición semanal, en un formato tradicional, alcanza como último número el 7 (24/06/10).
18 de julio: Monos y Monadas, popular revista semanal editada en Valparaíso y gestada en Imprenta Universo. Con un formato que varía durante el tiempo en que se publica alcanza como último número el 510 (26/06/22) En sus páginas se publicaban didascalias como «Las aventuras de Toribio».

 

1911

Durante este año nace La Política Ilustrada, Revista Semanal de Crítica y Actualidades. En su primera época llega al número 29 (02/12) Se editó en un formato pequeño.
Junio: Picapica, Semanario Humorístico de Actualidades alcanza como último número el 18 (10/11). La revista se editó, con un formato tradicional, en Santiago en Imprenta Universidad.

 

1912

Cocorocó: Semanario Humorístico fue una revista semanal salida de los talleres de la Imprenta Franco Chilena con un formato tradicional. Alcanza sólo los 17 números este mismo año.
Mayo: Alma Joven, Órgano de los Alumnos del Instituto Nacional de Chile. Realizada por el Centro de Estudiantes del sesto año A y dirigida por Eduardo Moore Montero tuvo aparición mensual, y contó con la participación de Coke en sus cuatro números (08/12). Fue por esta razón que llamó la atención de Editorial Zig-Zag y en breve tiempo sería figura señera en esa editorial.
14 de junio: La Cachimba, Semanario Crítico, Humorístico y de Actualidades. Editada en Antofagasta, el formato varía mientras se publica. Su último número fue el 9 (01/09/12).
Agosto: El Amigo de la Juventud: Órgano de Ex-alumnos y Alumnos Salesianos, Año 2. Esta revista es la continuación de Alma Joven con su número 5, llegando a editarse hasta el número 10 (10/12). De aparición mensual, no ostentaba ilustraciones.

 

1913

Enero: Pacífico Magazine, revista de Editorial Zig-Zag, se editó en formato tradicional siendo algunos números en colores. De aparición mensual, la publicación llegaría hasta el número 104 (08/21).
Abril: El Conejo: Revista Humorística es editada en Valparaíso. Con un formato algo pequeño se publica hasta el número 23 (09/13).
11 de octubre: T.V.O.: Semanario Infantil para Niños de 6 a 80 Años, fue una revista editada en La Serena de aparición semanal, salida de los talleres de Imprenta Industrial. En un formato tradicional llega sólo hasta el número 7 (22/12/13).

 

1914

11 de enero: Tic-Tac, revista semanal editada en Temuco por Espinoza y Segura en un formato tradicional. La publicación llega sólo al número 6 (22/02/14).
Junio: La Política Ilustrada, Revista Semanal, de Crítica y Actualidades comienza su segunda época a partir del número 32 y llega hasta el número 44 (02/15) siempre en un formato pequeño.
Septiembre: Actualidades Políticas: Revista de Informaciones Políticas, Comerciales, Industriales y Teatrales, fue una publicación de aparición mensual ilustrada que llegó sólo hasta el número 5 (03/15).

 

1915

23 de octubre: Primera Fiesta de los Estudiantes donde entre todos los tipos de disfraces estuvo uno que representaba al aún recordado «Von Pilsener», de Lustig.

 

1916

Noviembre: Von Pilsener, revista bimensual que usufructuó de la creación de Lustig simplemente nombrándolo, alcanza sólo dos números.

 

1918

Enero: Almanaque de Monos y Monadas. Con un formato tradicional resulta ser un compendio anual de algunos chistes de Monos y Monadas.

 

1920

26 de noviembre: Kikirikí, editada por Zig-Zag en un formato grande, tiene como último número al 9 (21/01/21).

 

1921

Durante este año surge Pacífico Magazine fue un semanario que cobijó, entre otros, los dibujos de Lustig. Pepo expone en este período en la Confitería Palet de Concepción con el patrocinio de su orgulloso padre, y pública en el diario El Sur de Concepción cuando tenía apenas diez años de edad.

 

1922

14 de noviembre: «Pepita y Don Eustaquio», primera tira importada publicada en La Estrella de Valparaíso. Desde entonces se hace habitual la inclusión de tiras humorísticas en el diario, comenzando con «La vida diaria de», la cual aparecería durante un mes en la última página del periódico. Con el correr del tiempo las tiras cómicas amenizarían la publicación. Claro que en su mayoría serían de origen norteamericano, españolizando el título y los nombres de los personajes como por ejemplo: «Las jornadas de don Agapito», «Don Petronilo», «Las travesuras de Cuquín», «Don Bómbolo», «La familia Jeringuis», «Fatalicio» y «Pomponio» en la primera mitad del siglo.

 

1923

Enero: El Amigo de la Juventud. Fue una publicación que continuó el proyecto de Alma Joven y El Amigo de la Juventud. De aparición mensual, su vida editorial duró hasta el número 70 (12/28).
13 de febrero: Mi Kits: Humor y Poesía. Editada en un formato tradicional, alcanza el número 24 (07/08/23).
23 de febrero: Kakaraka, de aparición semanal llega al número 21 (11/07/23).
16 de julio: El Pibe, revista de entretención para niños usando el apodo que recibió el pequeño Jackie Coogan en el filme con Chaplin, comienza su primera etapa y llega hasta el número 76 (21/12/24), siendo de aparición semanal, en formato tradicional y salida de los talleres de Imprenta Selecta.