Figura 1: Federico von Pilsener fue la inspirada creación de Pedro Subercaseaux para la revista Zig-Zag en 1906 y su imagen sería utilizada en los futuros chistes de «Don Otto». La popularidad del personaje le significó ser imitado y representado en fiestas de disfraces. Su última reaparición en prensa, en la revista que le vio nacer, fue en 1947. |
Figura 2: La revista Zin-Zal, a cargo de Armando Hinojosa fue una clara parodia al semanario Zig-Zag y tuvo como principal objetivo en sus punzantes caricaturas al destacado hombre de mundo Agustín Edwards Maclure quien dio un impulso inusitado a la prensa chilena a comienzos del siglo XX. |
Figura 3: Don Benjamín Vicuña Mackenna fue la comidilla de la sátira política en parte de la segunda mitad del siglo XIX por sus múltiples actividades culturales que eran muy cuestionadas por algunos sectores políticos. |
Figura 4: El clero y la realeza se caracterizan por su apego a las arbitrarias buenas costumbres y los intereses creados en una época conflictiva, postura que se convierte en blanco preferido en las revistas satíricas. |
Figura 5: El Ferrocarril fue un pasquin conservador, a pesar de su tinte satírico, y se prolongó en su etapa de El Nuevo Ferrocarril, para ser contariado en la versión de El Ferrocarrilito. |
Figura 6: Ídolo de muchos fue el gran dibujante Julio Bozo (Moustache) quien captó la idiosincrasia del chileno de comienzos de siglo XX, en el período en que las revistas de actualidades proliferaban. Coke, Jorge Délano, lo reconoce como su modelo de artista en sus memorias. |
Figura 7: Una paliza y la expulsión del país le costaron esta caricatura al argentino Santiago del Pulgar. La infidelidad expuesta en la situación dibujada colmó la paciencia del entonces presidente de Chile Pedro Montt. |