Los fanzines de historietas en Brasil y su situación histórico-social de la génesis a la actualidad

 

Gazy Andraus
Historietista e investigador del Núcleo de Investigaciones de la Historieta de la Escuela de Comunicaciones y Artes de la Universidad de São Paulo, Brasil

 

Resumen

Presenta una breve descripción histórica de la evolución de los fanzines en el mundo y discute la importancia de estas publicaciones para la producción mundial de historietas. Hace un panorama de la evolución de los fanzines y revistas alternativas en Brasil, desde su aparecimiento en 1965 hasta en inicio del siglo 21, dividindo la descripción por décadas y presentando las principales publicaciones y autores de fanzines en el país. Dedica una atención especial a la influencia de la Internet in los fanzines de la actualidad.

Abstract

Presents a brief historical description of the evolution of fanzines in the world, discussing the importance of those publications for the global comics productions. Focuses on the evolution of fanzines and alternative comics publications in Brazil, from its first publication, in 1965, to the 21st. Century, dividing it in decades and present their main Brazilian publications and authors. Gives special attention to the influence of the internet on the fanzines now.

 

Compendio histórico del fanzine mundial

Fanzine, o como es conocido también en la forma abreviada zine, es un vehículo impreso de comunicación informacional alternativo, muchas veces de carácter contestatario y de libre expresión artística que se configura como parte integrante de los finales del siglo XX penetrando en este nuevo milenio con posibilidades de recursos materiales y estéticos vinculados directamente a la tecnología disponible, pero específicamente con las computadoras y la navegación virtual de internet con sus variantes, las que pueden o no perpetuar la existencia anárquica de los fanzines, con posibilidades de convertirlos en hibridizados y virtualizados.

Figura 1: El fanzine Zap Comix.
El concepto de fanzine está sujeto directamente a la libre expresión alternativa y a la prensa, pero específicamente a la prensa alternativa. El inicio del fanzine en el mundo o lo que podría ser llamado de protozine, se remonta básicamente a la Roma de dos mil años atrás con las Actas Diurnas, una especie de periódico escrito en tablas blancas bajo la orientación del emperador Julio César, que se fijaba diariamente en los muros del Forum y que contenía inicialmente informaciones oficiales del gobierno para el pueblo, pasando después a la divulgación de accidentes y acontecimientos sociales con menor rigidez. Se podían encontrar después junto a los trovadores medievales, que cantaban odas al amor, poesías, hechos y críticas sociales y políticas (lo que provocó que a partir de 1395, Carlos VI, rey de Francia, prohibiese los trovadores en la libre expresión de aquellos dos últimos ítem) y también pasaron por los auspicios del Renacimiento europeo, en 1500, cuando los correos, entonces bajo la tutela gubernamental, facilitaran el intercambio entre las cartas populares, que traían y llevaban informaciones de familiares y amigos desde sus tierras natales a otras ciudades y países de Europa (Incontri: 1991).
Como algunos fragmentos de esas cartas contenían novedades y curiosidades de varios asuntos, pasados en limpio y escritos a mano en varias copias, las que a su vez eran vendidas en las calles, se puede sospechar que de ahí provenga la epigénesis de lo que se convencionó en llamar fanzines.
La verdadera idea de los fanzines, sin embargo, surgió en Estados Unidos en la década del treinta, en forma de boletines y magazines informativos creados por los fanáticos de la ficción científica, en aquella época considerada subliteratura (Magalhães: 1993). Los pioneros fueron los fanzines The Comet (El cometa), lanzado en mayo de 1930 por Ray Palmer y The Planet (El planeta) de fecha junio de 1930 editado por Allen Glasser. La intención priorizada era la de incentivar el intercambio entre los lectores de tal género literario, promoviendo los pertinentes debates entre los amantes de estos relatos.. En realidad, el término fanzine sólo fue definido como tal en la siguiente década, en 1941 por Russ Chauvenet utilizando justamente una contracción de las palabras inglesas fanatic y magazine o sea fanático de magazine (o revista).
A mediados de la década del sesenta, el american way of life y la guerra de Vietnam dejaron insatisfechos a una gran cantidad de jóvenes de Estados Unidos que expresaban la contra-cultura, o underground, por medio del arte alternativo en la música, en el cambio de hábitos y también en las historietas a través de autores norteamericanos marginales (no profesionales), como Robert Crumb y Gilbert Shelton, que autoeditaban sus propios trabajos culminando en la creación de la revista alternativa Zap Comics. Así, bajo tales influencias político sociales y culturales, los fanzines y revistas alternativas comenzaron su diversificación y expansión por muchos otros países además de Estados Unidos, como ocurrió en Francia, Bélgica, Alemania, Portugal y a partir de 1965 también en Brasil.

 

La importancia cultural de los fanzines. Su distinción entre revistas alternativas y su posición histórico social en Brasil


Figura 2: O Pasquim, la más importante publicación humorística brasileña en la lucha contra la dictadura militar.
La diferencia entre fanzines y revistas alternativas se encuentra en el libro «O que é Fanzine» (Lo que es el fanzine) (Magalhães, 1993) en el que su autor especifica que los primeros, tratan asuntos referidos a determinados temas con artículos, textos, reseñas críticas sobre, por ejemplo: cine, historietas, música, entre otras . En tanto que los segundos traen en sus páginas trabajos artísticos como historietas, ilustraciones y poesías así como otras creaciones de libre expresión. Aunque exista esa distinción formal entre fanzine y revista en Brasil se hizo la convención denominar como fanzine a cualquier publicación independiente, contenga esta historietas, poesías, textos referentes a determinados asuntos o, inclusive, que estén todos mezclados. Sin embargo es importante congeniar que el concepto básico de un fanzine se refiere al hecho de no dirigirse al comercio o lucro, y si a la manutención comunicacional de informaciones relacionadas únicamente a la libertad de expresión y a la voluntad de sus idealizadores. Aún, según el autor citado, «el fanzine es una publicación independiente y apasionada, casi siempre de pequeña tirada, impresa en mimeógrafos, fotocopiadoras, o pequeñas impresoras offset. Para su edición contamos con fanáticos aislados, grupos y asociaciones o clubes de fanáticos de determinado arte, personaje, personalidad, hobby o género de expresión artística, para un público dirigido, pudiendo abordar un tema único o una mezcla de varios» (Magalhães, 2003: 27).
Esta opinión sintetiza la razón de la existencia de los fanzines y su multiplicación de formatos ,que, aunque inicialmente producidos en mimeógrafos, ganaron mayor profusión por el abaratamiento de las máquinas fotocopiadoras, principalmente en la década del ochenta, cuando conservadas las particularidades, representaron lo mismo que la imprenta significó para la década del setenta en Brasil (Magalhaes, 2003: 89).
La cuestión de la edición alternativa está íntimamente relacionada a la imprenta marginal y a la represión debido a la dictadura brasileña de los mediados de la década del sesenta hasta mediados de la del setenta. En aquel período, la imprenta alternativa era la forma que los opositores hallaron para manifestarse, a través de la información, a los órganos atrillados al gobierno represor hincado en 1964. El acto institucional no. 5 reprimía la libre expresión, que halló una salida a través de las sátiras y críticas políticas en ediciones alternativas desde  el 1964 como resultó en el periódico Pif-Paf, dirigido por Millor Fernández, y el semanario Amanhã destinado a los trabajadores y confeccionado de estudiantes de la escuela de filosofía de la universidad de São Paulo, entre otros. Lo más significativo, surgido en 1969, fue O Pasquim (El pasquín) que aparecía con trabajos de Jaguar, Henfil y Millor Fernández. A partir de 1975, la dictadura comienza a debilitarse y aparecen frentes democráticos editando tabloides y periódicos en defensa de las minorías, como los indígenas y el público femenino. Otros senderos encuentran artistas y poetas que, profundamente disgustados con la situación militar vigente en Brasil, hallaron diferentes formas de expresión como el poema-proceso, el arte-postal (movimiento alternativo de poesía más conocido por generación mimeógrafo), el cine y finalmente, las revistas alternativas de historietas y humor (Magalhães, 2003).

Figura 3: O Bicho, popular publicación humorística de la década del setenta.
Con el éxito del periódico O Pasquim nuevos autores comenzaron a producir sus revistas alternativas, impresas en talleres gráficos con tiradas no muy grandes, vendidas de mano en mano o en locales culturales. Este fue el caso de la revista Balâo (Globo) que trajo en sus páginas autores que en la época se iniciaban en las universidades y hoy son consagrados en el área de las historietas brasileñas. Surgido en 1972, de las manos de alumnos de la Universidad de São Paolo, Balâo aportó nombres como Angeli, Laerte, Xalberto, Caruso y Luis Gé.
En la misma época otras revistas y álbumes surgieron con autores brasileños y extranjeros, como Garatuja, O Bicho, Grilo, Risco, Fradi, Contos de Lugar Nenhum (Cuentos de ningún lugar), todos presentando historietas, sátiras y cartones intelectuales, críticos y al mismo tiempo viscerales en una amalgama que potencializaba lo que había de mejor en el rol creativo de las historietas brasileñas (y también extranjeras). Más, alternativas (como Balâo) pero no por ello menos creativas , surgieron otras ediciones como Ôxente de Joâo Pessoa y Maturi de Rio Grande do Norte. Esto sólo para mostrar que proporcionalmente, en un país tan grande como Brasil, la cultura hervía, si no en forma oficial, por lo menos marginalmente.

 

Los fanzines en Brasil. De los pioneros a internet

Los primeros fanzines nacionales editados fueron los boletines impresos en mimeógrafos por los fanáticos de las historietas. Estos eran distribuidos por correo en forma gratuita y el objetivo fundamental era establecer un intercambio de comunicación entre los fanáticos de este tipo de expresión artística (las historietas).
El primer fanzine publicado en el país fue O Ficção (La ficción) de Edson Rontani, de la ciudad de Piracicaba, en el estado de São Paulo, un boletín informativo del Intercambio Ciencia-Ficao Alex Raymond, lanzado en octubre de 1965. El segundo fanzine brasileño fue O Boletim do Herói (El boletín del héroe) lanzado en Minas Gerais por Agenor Ferreira, en 1968, también en mimeografado. Además de estos se consideran como pioneros otros títulos como O Boletim do Clube do Gibi (El boletín del club de las historietas), Vivendo o Quadrinhos (Viviendo las historietas), Fanzine, también de Edson Rontani y O Na Era dos Quadrinhos (La era de las historietas), de Gutemberg Cruz Andrade, que también fundó, en los mediados de la década del sesenta O Clube da Editora Juvenil (El club de la Editora Juvenil). Magalhães (2003) explica que estas asociaciones eran importantes también como mantenimiento del intercambio de informaciones entre los aficionados a las historietas, incentivando, por medio de conferencias y exposiciones, la lectura y la investigación de las historietas.
De este período del fin de la década del sesenta y del setenta, diversas asociaciones aparecieron, como el Grupehq, en Natal, en Rio Grande do Norte, además de muchos fanzines que fueron surgiendo por el Brasil, como el ya mencionado Maturi, en 1975, importante divulgador alternativo de la producción de historietas nordestina. En Paraíba, Deodato Borges concibió As Aventuras do Flama (Las aventuras de Flama) en 1963 y Emir Ribeiro en 1978 crea Welta, revista alternativa sobre una super heroína brasileña. Enrique Magalhaes concibe María a partir de 1976, y en la década del ochenta continúa sus arremetidas con el fanzine Marca de Fantasía, título que posteriormente se convertiría en el nombre de su editora independiente; en 1990 lanzó Nhô-Quim, en sustitución de Marca da Fantasía.
Investigadores brasileños consideran que, hasta 1976, los fanzines de Brasil se tenían como pioneros, insertados en una fase menos teórica y formada por fanáticos de historietas de super héroes, el lejano oeste e infantiles, sobretodo producidos por la Editora Brasil América Ltda., la EBAL (Magalhães, 2003: 71).

 

La década del ochenta

En la década del ochenta los fanzines brasileños se expandieron tanto en cantidad como en libertad de concepción gráfica, avalados por el crecimiento del número de máquinas fotocopiadoras. Si antes, por los mimeógrafos, los fanzines difícilmente traían imágenes (Edson Rontani conseguía insertar algunas en su mimeógrafo a través de una técnica extremadamente difícil, que utilizaba parafina y estilete), ahora la tarea era sencilla. Según Magalhães, en este período se destacaron tres polos de producción fanzinera, los estados de Bahía, São Paulo y Rio Grande do Sul.
En el sur pueden ser citados el Suplemento Quadrinhos de Delemiro TupyAssú e Historieta de Oscar Kern, este último publicado hasta hoy. Además de estos, el Grupo Juvenil y Fanzim de Porto Alegre y PolitiQua, de José Carlos Ribeiro.
En São Paulo había el Quadrix de Worney, el Factus de Alvimar (que también lo realizó en offset, hasta la actualidad), y Barata (La cucaracha), que era editado en forma cooperativa, encabezado por estudiantes universitarios  como Flavio Calazans.
En Bahía despuntó O Nostalgia dos Quadrinhos (La nostalgia por las historietas) y Boletim dos Quadrinhos (Boletín de las historietas), en tanto que en otros estados O Singular Plural de Maranhao y Psiu de Edgar Guimaraes en Minas Gerais.
Así, como el mercado oficial nacional privilegia el material del exterior (principalmente Walt Disney, super-héroes y ahora los mangas), los autores brasileños se unieron a los fanáticos y acabaron por promover involuntariamente uno de los mayores cuadros de publicación alternativa del mundo. Esto puede ser comprobado por el catálogo de la exposición internacional de fanzines que anualmente realiza España, específicamente en Ourense, el que contiene todas las publicaciones recibidas con sus editores y dirección para la correspondencia. Año tras año , los organizadores de la exposición han visto crecer el número de participantes brasileños. Así, el Brasil se configura como uno de los países con mayor número de fanzines presentes en sus catálogos (Expozines).
Está claro, que esto se debe a la falta de posibilidad de publicación profesional, sin embargo también se vincula la cuestión histórica del país, del gobierno militar hasta la apertura total y la llegada de la democracia, fundamentalmente en la segunda mitad de la década del ochenta. En ese sentido es importante resaltar la crisis económica de ese período, que acarreó una inflación galopante que aumentó los costos del papel y de las copias, afectando así tanto el mercado oficial de historietas, que en su mayoría contenía material importado, y la producción marginal financiera. Esta situación de inseguridad económica explica la extinción de muchos fanzines y la corta sobrevivencia de otros, que muchas veces llegaban al primer número solamente, así como las parcas revistas alternativas de historietas del mercado.
La constancia inconstante de la edición y publicación, además, es la marca que los identifican pues se une también a los efluvios exclusivos de los deseos y fanatismo de sus autores.

 

La década del noventa


Figura 4: El fanzine Top-Top, publicado en 1996, hace homenaje a Edson Rontani y su fanzine Ficção, la primera publicación del género en Brasil.
La década del noventa vino a cultivar y reafirmar el fanzinato brasileño. Eventos del área surgieron en diferentes estados del Brasil. En Rio de Janeiro, la 1ª Bienal de Historietas premió la categoría de fanzines. Eventos anuales nacionales, como Troféu Angelo Agostini y el Troféu HQMIX, trajeron, además de las habituales categorías de mejor historieta, guionista, diseñador y revista, también la categoría de mejor edición independiente y fanzine.
Las ciudades de Jaboticabal y Araraquara, en el estado de São Paulo, fueron sedes de eventos  como el Araraquarazine, con debates, conferencias y el incentivo a exposiciones de fanzines e historietas. Muchos fanzines iniciados en la década del noventa, otros pocos, que nacieron de fanáticos en la década del setenta, como O Historieta, resisten hasta hoy. Centenas de fanzines surgieron de una hora para otra, así como luego desaparecieron o cedieron el lugar a otros.
En esa década Enrique Magalhães rinde una acción homenaje a un personaje de historietas; Baixim del dibujante Henfil, al concebir el fanzine Top!Top! que traía entrevistas con autores nacionales y extranjeros así como historietas variadas. Creó también Tyli-Tyli, después Mandala, tal vez la única revista alternativa de historietas de autor de temática fantástico-filosófica, mística y esotérica. Antonio Amaral, del Piauí, concibe su álbum «Hipocampo», mezclando regionalismos con elementos matemáticos y oriundos de la biología, con textos dadaístas y surrealistas en historietas de vanguardia. Henry Jaepelt, de Santa Catarina publica en el fanzinato historietas de difícil comprensión a la primera lectura, pues sus guiones se consideran muchas veces como herméticos, mientras fanzineros de todo Brasil elaboran ediciones autorales o colectivas, que pasan a publicar de forma explosiva las centenas de autores brasileños emergentes en la última década del siglo, con fanzines como Barata y Bifa, Panacea, de São Paulo que evolucionó de sencillas fotocopias xerox en formato A5 hacia una revista en el formato de magazine y con portada en colores; Ideario y Phobus de Minas Gerais, Arghhh! del cineasta trash Peter Bayestorf, de Rio Grande do Sul, además de otros más que invaden los correos brasileños e internacionales.

Figura 5: Singularplural, fanzine producido en el nordeste de Brasil.
Una particularidad importante a destacar en ese período –como también en anteriores–, es que muchos autores brasileños profesionales, como el ya fallecido Flavio Colin y principalmente el aún activo Shimamoto, publican constantemente sus trabajos en fanzines, colaborando activamente, inclusive en las secciones de cartas, lo que promueve una interacción entre fanáticos y profesionales. De la misma forma, algunos autores alternativos brasileños jugaron y todavía juegan, un importante papel en el fanzinato nacional, como Lourenzo Mutarelli, que comenzó su carrera en los fanzines y revistas alternativas; Marcatti, que se inspiró en el espíritu underground de la década del setenta, imprimiendo sus historietas escatológicas en offset propio y vendiéndolas alternativamente. Flavio Calazans, que fue un activo autor y divulgador del fanzinato nacional; Gian Danton, que comenzó en el fanzinato y editó alternativamente, pero con distribución nacional en estanquillos, la revista Manticore; Wellington Srbek que tiene publicadas varias ediciones alternativas, algunas en compañía del veterano Flavio Colin; Edgar Franco, que junto a otros autores, imprimió un estilo innovador en la forma de elaborar historietas, entre otros.
En 1995 fue lanzado el Almanaque de Fanzines, elaborado por la ArtedeLer Editora, que registró hasta aquel período la situación de los fanzines nacionales y sus colaboradores, catalogándolos y separándolos porcentualmente por los estados brasileños, además de traer entrevistas y reseñas de los fanzines recibidos por los editores (Albernaz,1995). El almanaque sirvió de guía y parámetro de la situación fanzinera brasileña de aquel período, pero no tuvo continuidad y fue producido en una tirada no muy abundante, siendo ahora una pieza rara.
De toda la producción fanzinera de la década del noventa se podrían señalar muchos títulos, autores y editores, pero excedería las intenciones de este artículo. De cualquier manera, algunos merecen ser mencionados, tanto por su importancia en el área, como por la continuidad de su trabajo, que avanza hasta la década actual, como Edgard Guimaraes, que produjo uno de los más relevantes trabajos en el rol del fanzinato: su fanzine QI, que anteriormente se llamaba IQI (Informativo de historietas independientes), publicado bimestralmente y que ya cuenta con 66 ediciones, trae una referencia que será muy valiosa en el rescate histórico cultural del período (Guimarães,2004). Debemos señalar también a otras editoras alternativas como la Marca de Fantasía, de Enrique Magalhães, que publica revistas de cultura e historietas, álbumes de historietas, miniálbumes de historietas humorísticas, libros teóricos de investigadores nacionales y extranjeros y muchos del universo alternativo brasileño. Otra contribución importante viene del fanzinero André Diniz, que después de varios trabajos fanzinísticos impresos en papel junto con Antonio Eder, concibió la editora virtual NonaArte que sitúa en Internet (NonaArte, 2003), además del catálogo costumbrista, historietas, álbumes, revistas, libros y toda una gama de materiales referentes a las historietas que los navegadores-lectores pueden leer on line o bajar en formato pdf. André Diniz posee también una serie de mini álbumes alternativos que tratan de la época de la dictadura en Brasil en forma novelada en historietas.

 

La actualidad


Figura 6: La preocupación con el registro de la memoria de los fanzines, hecha por los propios productores.
Desde el final de la década del noventa hasta inicios del 2004, el mundo de las historietas se ha visto absorbido por los mangas, que además de amenazar la supremacía de los superhéroes, influyen en las nuevas generaciones de fanzines. La influencia inicialmente tímida del estilo estético de las figuras y la narrativa del manga, puede ser encontrada en varios fanzines brasileños desde los mismos mediados de la década del ochenta. En aquella época, poco se escuchaba hablar del manga en occidente, así mismo, algunos autores fanáticos de historietas ya utilizaban un poco de su carga expresiva en los diseños; en el fanzine Barata, por ejemplo, Alexandre Barbosa y Flávio Calazans mostraban explícitamente sus diseños con los ojos grandes y caras en el estilo caricaturizado de las historietas japonesas. Pero fue en la misma década del noventa que la influencia se extendió. En cuanto el estilo manga entraba en simbiosis con los superhéroes norteamericanos, las ventas de mangás por el mundo aumentaban cada año. Eso influyó en generaciones de historietistas, inclusive brasileños, como el gaucho Daniel HDR, que inició sus trabajos con un estilo casi académico en los fanzines y después transformó su arte totalmente para el estilo mangá.
Gran parte de los fanzineros en actividad actualmente, fundamentalmente los más jóvenes, instintivamente o a propósito, insertan elementos del manga en sus historias publicadas alternativamente; hay diversos grupos expandidos por el Brasil que se estructuran montando mangazines –o sea, fanzines utilizando el estilo manga– buscando la profesionalidad. Uno de estos grupos es Amicorum, de Belo Horizonte, que publica un fanzine homónimo, con versión en internet (Amicorum, 2003).
Internet caracteriza un nuevo espacio y vehículo para presentar los fanzines, sin embargo muchos fanzineros se han percatado de que, aunque puedan realizar y concebir sus fanzines virtuales, muchas veces  necesitan de su contraparte impresa (y viceversa). Así mismo, es importante citar algunos fanzineros virtuales brasileños: O Liga Fanzine (La liga fanzine), o sitio definitivo del universo independiente!, según consta en su homepage (Ligazine, 2003); Areia Hostil (Área hostil), que también se presenta como edición impresa (Areia Hostil, 2003); A Aparecida (La aparecida) que se caracteriza por divulgar  otros fanzines (Aparecida, 2003); además de sitios como Omelete (2004) y Universohq (2004), que son vitrinas de materiales sobre las historietas, cine y música. Existe todavía el fanzine Alan Moore, Señor do Caos (2003) de José Carlos Neves, que aborda no sólo el objeto de su gusto principal –la obra del guionista inglés de historietas Alan Moore– sino que también proporciona  una galería importante con entrevistas a varios profesionales de diferentes áreas, desde la académica y literaria a las historietas. Se destaca, por fin el fanzine virtual Enciclozines: a primeira enciclopédia de fanzinistas (Enciclozines: la primera enciclopedia da fanzinistas) (Lima, 2002), creada por el fanzinero Joás Días de Lima (Jodil) con la intención de mantener actualizada una especie de página virtual alternativa con la biografía de los fanzineros, pero actualmente desactivada.

Figura 7: La invasión de los fanzines estilo manga, denotando la popularidad de historietas japonesas en Brasil.
La diferencia básica entre las nuevas generaciones de fanzineros, fundamentalmente los de manga, y los de las décadas pasadas, en Brasil, radica en que aunque el carácter de pasión a la profesión sobrevenga a ambos, los anteriores, por estar más comprometidos que los más jóvenes desde el punto de vista crítico, social y contracultural (underground), terminan ostentando el fanzinato no sólo como un hobby, sino más bien como bandera idealista que pacta con la libertad de ejercer su derecho a la libre expresión, lo que se refleja, inclusive en los formatos variados y creativos de los propios fanzineros. En este sentido es posible presentar como causas de esos cambios algunas hipótesis, tales como la globalización y la pulverización de conceptos anteriores como dictadura y libertad, que aparentemente se perdieron en medio de todo este enredo informacional y universal.
Los autores nacionales reflejan bien el camino que los amantes de las historietas han recorrido en Brasil; aparte de los fanzineros y autores alternativos del noveno arte, muchos de ellos se convirtieron en investigadores académicos concibiendo historietas, exponiéndolas en los fanzines elaborados por ellos y convirtiéndose en auto editores, delineadores, diseñadores gráficos, llegando, en algunos casos, a convertirse en propietarios de máquinas fotocopiadoras y/o de offset buscando su lugar en el ámbito universitario De cierta manera estos mismos autores nacionales que no tienen un lugar seguro en los espacios gráficos de las editoras brasileñas de historietas y libros se percataron que necesitaban ellos mismos, reforzar en la sociedad brasileña la importancia de las historietas como elementos mediadores relevantes y parecen haber percibido que fundamentalmente al abrazar la carrera de profesores universitarios es que los grandes medios brasileños, el público y los críticos se permitirían escuchar y respetar los lectores de revisticas de imágenes dibujadas.

 

Consideraciones finales

Un fanzine es mucho más que una revista alternativa fotocopiada. Es una edición alternativa independiente, que puede discurrir en diversos géneros y temas, como la ficción científica, la literatura general, la poesía, la música, la anarquía, la resistencia, la ecología, el libelo a la libertad, la historieta y muchos más.
«Lo que caracteriza un fanzine primordialmente es la personalidad que su director le imprime» (Guimarães, 2004:21). Su propia presentación gráfica y formal no tiene restricciones, imposiciones o límites, pudiendo existir publicaciones de cualquier tamaño y aspecto, pasando por formatos totalmente irregulares, cuyas materias gráficas pueden ser montadas con tijera y cola, o a través de los recursos más sofisticados de softwares de computación actuales.
Así el fanzine constituye una eficaz posibilidad para la manifestación de ideas y conceptos, que son transmitidos de forma anárquica, libre y sin censura.. Su importancia como elemento cultural constructivo imprescindible a la formación humana fue, incluso, reconocida hasta por uno de los mayores enemigos de las historietas, del Dr. Fredric Wertham, en su último libro «The World of Fanzines» (El mundo de los fanzines), publicado en 1973 ( Christensen, Seifert, 1997: 43).
Los fanzines surgieron en Brasil en 1965, como forma de intercambio entre los lectores de historietas; la dictadura militar apretó la voluntad de la libre expresión, estimulando publicaciones independientes y fanzines, en todos los segmentos, principalmente en las historietas. Por haber sufrido perjuicios y persecución, además de una pésima conducción del mercado, generaciones de amantes del noveno arte, fueron obligados a solidificar su pasión por medio de la publicación de historietas en fanzines, sobrepasando las décadas siguientes, presentando su boom en la década del ochenta y manteniendo un equilibrio en la del noventa. Al final de esta e inicio del siglo XXI el fanzinato aparentemente pulverizó su vertiente anárquica, diluyendo sus mensajes e ideales, amalgamando su estética en general con elementos del manga.
Aún así la profusión del fanzine, sus diversos formatos y composiciones anárquicas se mantienen no sólo en Brasil, sino en el mundo entero. Es este el palco brasileño, en que la importancia del fanzinato nacional, denota la resistencia (y existencia) de un nicho de autores de historietas de todos los segmentos desde las tradicionales a las más vanguardistas.
Siendo así, la edición independiente alternativa es importante para el mundo como bandera y resistencia por una forma libre de expresión. En Brasil esa importancia aumenta, pues los fanzines vuelven también, los nichos en los cuales se subsiste, aún no oficialmente, la profesión de historietista.
A pesar del carácter democrático y amplio de los fanzines no se sabe como estos serán en el futuro, debido al juego con la virtualidad de las computadoras, pero en Brasil, así como en muchos países del tercer mundo, los fanzines son, todavía, la tabla de salvación por la cual los historietistas pueden extenderse, atravesando fronteras vía correo normal o virtual y sirviendo de vehículo para que los autores brasileños de historietas expresen sus ansias por medio de su arte.

 

Referencias

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Christensen, William; Seifert, Mark: «A Ascensão da Besta», Wizard, n. 7, Editora Globo, São Paulo, feb. 1997.
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Guimarães, Edgar: «Estacao Terra: Comunicacao no tempo e no espaco», Moderna, São Paulo, 2004.
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Neves, José Carlos: "Alan Moore, o Senhor do Caos", disponible en www.alanmooresenhordocaos.hpg.ig.com.br (visitado el 28 oct. 2003).
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